El estudio de la pisada y el uso de plantillas es fundamental en muchas ocasiones tanto para mejorar la dinámica, como el trabajo del pie y también para dar funcionalidad a otras zonas más superiores relacionadas con el pie.

En la actualidad la podología ha cambiado mucho el concepto arcaico en el que nos encontrábamos, gracias a la posturología.

La evolución de los estudios a dado lugar a generar una visión más global del cuerpo y no quedarte única y exclusivamente en visualizar el pie.

Valorar desde pies hasta cráneo pasando por los diferentes tejidos músculo esqueléticos llegando hasta órganos sensoriales. Es lo que nos proporciona la suficiente información para ayudarte a valorar el mal funcionamiento de una lesión.

Se trata de realizar un estudio de la pisada profundo de las oscilaciones corporales y los centros de gravedad del cuerpo. Valorar el movimiento normal de las diferentes estructuras corporales y la función de receptores sensoriales por donde entra toda la información en nuestro sistema.

Todo esto va dirigido para llegar a la zona con más compromiso tensiones y por tanto la que puede crear adaptaciones en otras estructuras secundarias.

Después de esta valoración general, utilizaremos unos elementos para colocarlos en el pie según la zona neuromuscular que queremos estimular para cambiar el procesamiento de movimiento y de trabajo corporal.

El cambio de información desde la base, nos ayuda a mejorar esas oscilaciones internas para conseguir un equilibrio aceptable. Siempre dentro de unos rangos de normalidad para mejorar tensiones y bloqueos.

Ayudándote a conseguir modular el dolor, cambiar tu movimiento y consiguiendo crear una función óptima el mismo.