Hoy en día resulta imposible hablar de rehabilitación de lesiones sin considerar el ejercicio físico como una de las herramientas más potentes en la recuperación de los pacientes.

Como ya se ha comentado anteriormente en Mundo Entrenamiento, durante los últimos años el número de lesiones asociadas a la práctica deportiva se ha visto aumentado sobremanera, fruto del gran incremento de deportistas tanto profesionales como amateurs que se ha venido produciendo en nuestra sociedad (1).

Dentro del ámbito lesional, una vez que el deportista lesionado ha superado las primeras fases del tratamiento, llega el momento en el que debe retornar a la actividad propia de su práctica deportiva concreta. No obstante, llegado a este punto surge un interrogante acerca de si esta fase se aborda de una forma específica y supervisada o si, por el contrario, se produce un periodo vacío entre la fase médica y la fase de reentrenamiento físico (2). Es aquí donde cobra vital importancia tanto el proceso de readaptación deportiva como la figura profesional del readaptador.

La readaptación físico-deportiva

Hoy en día resulta imposible hablar de rehabilitación de lesiones sin considerar el ejercicio físico como una de las herramientas más potentes en la recuperación de los pacientes (3). Esto ha provocado que, tal y como señala Carlos Lalín (4) a pesar de que en los últimos años los esfuerzos se han centrado en el tratamiento del trauma en sí mismo, los objetivos han ido derivando hacia la búsqueda de estrategias de intervención que, o bien reduzcan el número de lesiones (prevención) o bien supongan una disminución del tiempo de baja y/o una reincorporación segura al entrenamiento y la competición (readaptación).

Moviéndonos en este doble contexto de prevención y readaptación, algunos de los objetivos que deberían atenderse desde un punto de vista profesional, podrían ser los siguientes (5):

  1. Valorar, supervisar y diagnosticar el estado del deportista de manera continuada e individualizada.
  2. Organizar un programa de entrenamiento de acuerdo a las necesidades individuales.
  3. Prevenir futuras patologías y asegurar la recuperación completa del atleta.
  4. Mejorar continuamente las capacidades de coordinación básicas de las áreas corporales que intervienen de forma preferente en la ejecución de las técnicas específicas.
  5. Lograr el equilibrio necesario del balance muscular en los grupos más importantes, protagonistas-antagonistas de las técnicas preferidas por el atleta.
  6. Obtener niveles de fuerza generales y específicos óptimos para desarrollar las tareas deseadas.
  7. Cooperar para las descarga tendinoso-articular de cada día de entrenamiento, con el resto de los métodos utilizados.
  8. Mejora constante de la movilidad articular.
  9. Ayudar al logro de la deseada elasticidad muscular.
  10. Ayudar a tener un estado de animo satisfactorio.

Planificación de la readaptación del deportista

Una vez el deportista se ha lesionado, se debe comenzar a planificar el proceso de readaptación con el objetivo de lograr una óptima recuperación, secuenciando para ello los contenidos en busca de una evolución progresiva hasta la reincorporación total (6).

Siguiendo a Lalín (4,7) dentro de este proceso de readaptación lesional se pueden distinguir tres fases: La recuperación funcional deportiva, la readaptación físico-deportiva y el re-entrenamiento deportivo.

  • Recuperación funcional deportiva: «Proceso de reajuste o modificación de los parámetros físico-deportivo-motores, generales y específicos del gesto deportivo, con el objeto de incorporar de la forma más rápida y segura posible al individuo a la práctica deportiva, utilizando todos los recursos disponibles.»
  • Readaptación físico-deportiva: «Proceso de enseñanza-aprendizaje mediante el cual se reestablecen y mejoran los patrones físico-motores (generales y específicos) de un deportista, facilitando en el menor tiempo posible, un estado de bienestar óptimo para el esfuerzo y el rendimiento que le garantice la incorporación a su actividad habitual con normalidad y diligencia».
  • Re-entrenamiento deportivo: «Representa la forma o medio básico de facilitar y garantizar el proceso de readaptación al esfuerzo deportivo del individuo lesionado.»

Dentro de estas tres fases (recuperación funcional, readaptación y re-entrenamiento) cabría señalar 4 subfases, las cuales nos van a marcar los contenidos que se deben desarrollar en función del momento de la readaptación en el que nos encontremos.

  • Aproximación: Mantener los niveles de condición física básicos de las estructuras no lesionadas. Evitar la pérdida completa de funcionalidad del miembro afectado.
  • Orientación: Reforzar la zona lesionada y mejorar los niveles de condición física general.
  • Pre-optimización: Reeducación de patrones motores específicos y entrenamiento específico.
  • Optimización: Entrenamiento.
Planificación readaptación lesiones

Figura 1: Fases de la readaptación lesional. Elaborado a partir de Carlos Lalín (4,7).

Propuesta práctica de readaptación

A continuación, con el objetivo de aclarar la terminología expuesta en este artículo, presentamos algunos de los contenidos que pueden ser abordados durante la readaptación de una menisectomía parcial en un futbolista (8) respetando en todo momento la secuencia de fases comentada.

En dicha propuesta vemos como los contenidos a tratar siguen una línea de progresión, buscando en un primer lugar una reeducación técnica combinada con trabajo acuático, para posteriormente irse aproximando poco a poco a los elementos propios del deporte (fuerza explosivo-reactivaRSAcambios de direcciónsituaciones de juego reducido… etc).

Señalamos también que todo este trabajo debe ir combinado siempre con trabajo coadyuvante o compensatorio, para la mejora de aspectos como la estabilidad central (CORE) y la propiocepción.

Contenidos de readaptación tras menisectomia parcial

Figura 2. Propuesta práctica de readaptación tras una menisectomía parcial. Elaborado a partir de Miguel Ángel Campos (8).

Conclusiones

  • Cuando un deportista se lesiona, en muchas ocasiones existe un periodo vacío entre la finalización del trabajo médico y de fisioterapia y la vuelta al entrenamiento y competición (2).
  • Una vez un deportista que se ha lesionado pretende retomar su actividad deportiva normal, cobra una vital importancia respetar un proceso previo de readaptación físico-deportiva (2, 3, 4, 7).
  • Dicho proceso debe permitir que, mediante una progresividad en las cargas, tanto la zona lesionada como el resto del organismo se preparen para poder afrontar las demandas competitivas, disminuyendo a su vez las probabilidades de recaer de la lesión (recidiva) o lesionarse en estructuras adyacentes (9).
  • Es vital que la readaptación sea programada por profesionales cualificados que formen parte de un equipo multidisciplinar, permitiendo de esta forma atender al deportista en toda su globalidad (10,11).
  • Además de la dimensión física de la lesión, debe considerarse también la dimensión psicológica, y preparar al deportista desde el punto de vista mental para que pueda volver con seguridad y confianza a su deporte (12).

Bibliografía

  1. Zahínos, J.I., González, C., y Salinero, J. (2010). Epidemiological study of the injuries, the processes of readaptation and prevention of the injury of anterior cruciate ligament in the professional football. Journal of Sport and Health Research, 2(2), 139-150.
  2. Paredes, V., Gallardo, J., Porcel, D., de la Vega, R., Olmedilla, A., Lalín, C. (2012). La readaptación físico-deportiva de lesiones: Aplicación práctica metodológica. Barcelona: Editoral OnXsport.
  3. Paredes, V. (2004). Papel del preparador físico durante la recuperación de lesionados en el fútbol profesional. EFDeportes, 10(77). 
  4. Latín, C. (2008). La readaptación lesional (I parte): Fundamentación y contextualización. RED: Revista de Entrenamiento Deportivo, 22(2), 27-35.
  5. Reverter, J., y Plaza, D. El readaptador físico, su espacio en el mundo laboral y sus competencias.
  6. Chena, M., y Fernández, C. (2015). Proceso de readaptación para la lesión muscular del bíceps femoral en fútbol: Experiencia práctica. FútbolPF: Revista de Preparación Física en Fútbol, (13). 34-48.
  7. Lalín, C. (2008). La readaptación lesional (II parte): Reentrenamiento físico deportivo del deportista lesionado. RED: Revista de entrenamiento deportivo, 22(3), 29-37.
  8. Campos, M.A. (2012). Propuesta de readaptación tras meniscectomía parcial en futbolistas. Apunts Med Esport, 47(175), 105-112.
  9. Paredes, V. (2012). Método de cuantificación en la readaptación de lesiones en fútbol. (Tesis de maestría). Universidad Autónoma de Madrid.
  10. Campos, A., y Lalín, C. (2012). El licenciado en ciencias de la actividad física y del deporte como readaptador físico-deportivo. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol, 12(45), 93-109.
  11. Casais, L., y Fernández, F. (2012). Propuesta de abordaje de la readaptación deportiva en función de las exigencias futbolísticas. FútbolPF: Revista de Preparación Física en Fútbol, (3), 14-33.
  12. Acensa, L., Olmedilla, A., Ortega, E., y Esparza, F. (2009). Estados de ánimo y adherencia a la rehabilitación de deportistas lesionados. Apunts Med Esport, 44(161), 29-37.

Fuente: https://mundoentrenamiento.com/importancia-la-readaptacion-deportiva/